Santo Domingo. El Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (OC-SENI) dio a conocer el informe técnico definitivo sobre el evento ocurrido el 11 de noviembre, cuando el país sufrió una interrupción total del servicio eléctrico. El documento, concluido dentro del mismo mes en que se registró la incidencia, establece que el origen de la falla fue una desconexión manual realizada en la subestación de 138 kV de San Pedro de Macorís I, mientras la línea aún se encontraba energizada.
De acuerdo con la investigación, esta acción desencadenó un cortocircuito de alta intensidad que activó de inmediato los sistemas de protección del SENI, tal como quedó evidenciado en los registros operativos. Como consecuencia, varias líneas próximas se abrieron automáticamente para aislar la falla, provocando la separación de 575 MW de generación en el Este con respecto al resto del sistema. Este aislamiento produjo un desbalance crítico entre oferta y demanda, que forzó la desconexión automática de importantes plantas generadoras como mecanismo de autoprotección, conforme a sus esquemas de seguridad y control.
El informe detalla que, pese a que en los primeros 89 segundos se logró estabilizar la frecuencia, el sistema permanecía débil debido a la ausencia de reserva fría sincronizada y a que no se habían restablecido completamente los circuitos del esquema EDAC. Esa vulnerabilidad dio paso a una caída abrupta de la frecuencia, que finalmente condujo al colapso total del sistema eléctrico nacional.
El organismo explicó que la investigación no solo reconstruye con precisión la secuencia cronológica de los eventos que derivaron en el apagón general, sino que también incorpora un conjunto de recomendaciones técnicas orientadas a fortalecer la operación del SENI y evitar situaciones similares. Entre estas medidas se incluyen la ampliación de protecciones en subestaciones de doble barra a lo largo de todo el país, la optimización de los tiempos de actuación de los sistemas de protección y de los esquemas automáticos de desconexión, así como la revisión de los criterios de alta frecuencia y de los servicios auxiliares en diversas centrales de generación.
Asimismo, el OC-SENI propone profundizar la integración de tecnologías modernas en las plantas térmicas y renovables, así como avanzar en la incorporación de sistemas de almacenamiento de energía con baterías (BESS) para mejorar los servicios auxiliares, la respuesta ante contingencias y la capacidad de arranque autónomo en situaciones críticas.
El organismo resaltó que la elaboración del informe estuvo a cargo de un equipo multisectorial de técnicos especializados, cuyos hallazgos y conclusiones fueron validados siguiendo estándares internacionales. Subrayó además que la rapidez con la que se completó la investigación contrasta con experiencias en otros países, como España y Chile, donde informes sobre eventos de magnitud similar han requerido hasta cinco meses para ser presentados al público.
El documento ya está disponible para consulta en la página institucional del OC-SENI, como parte de su compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora continua de la operación eléctrica. La entidad recordó que, conforme al artículo 216 del Reglamento de la Ley 125-01, su responsabilidad es supervisar en tiempo real la operación del SENI, velar por la seguridad del sistema, analizar cualquier falla relevante y coordinar, cuando sea necesario, la aplicación de medidas correctivas o sanciones a los agentes involucrados.
Finalmente, el organismo indicó que se mantiene en sesión permanente para asegurar la implementación de las recomendaciones incluidas en el informe, trabajando de manera conjunta con empresas generadoras, transmisoras y distribuidoras, con el propósito de reforzar la confiabilidad, eficiencia y seguridad operativa del sistema eléctrico dominicano.













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