Santo Domingo, República Dominicana — El 1 de enero de 2023, lo que debía ser un regreso seguro a casa se convirtió en una tragedia para una madre y su hija pequeña, cuando un joven que conducía un motor sin luces y realizando maniobras temerarias (“calibrando”) en una bajada colisionó violentamente con ellas.
El accidente provocó heridas devastadoras a la menor, quien perdió una pierna como resultado del impacto. Desde entonces, la familia ha enfrentado un doloroso y costoso proceso médico, con más de cuatro cirugías realizadas solo en este año y otras aún pendientes.
La madre de la niña ha interpuesto una querella formal contra el responsable. Sin embargo, a casi dos años del hecho, el caso continúa siendo reenviado en los tribunales por razones menores, lo que ha prolongado la angustia y generado una sensación de impunidad. “Cada audiencia se convierte en una burla para nosotros. No solo no se asumen responsabilidades, sino que tanto el acusado como sus familiares se presentan riéndose, sin mostrar el más mínimo arrepentimiento”, denunció la madre visiblemente afectada.
A pesar de la gravedad del daño causado, la familia asegura que no ha recibido ninguna ayuda ni gesto de reparación. “Lo único que pedimos es justicia y que se hagan responsables de todos los gastos médicos. Si ese joven hubiese estado conduciendo con precaución, como manda la ley, hoy mi hija no estaría en esta situación”, declaró.
Una nueva audiencia está pautada para este miércoles a las 9:00 de la mañana. Sin embargo, la familia teme que, una vez más, el proceso sea pospuesto sin consecuencias. Hacen un llamado a las autoridades judiciales para que este caso no quede impune y se garantice el debido proceso a favor de la víctima.
“Los errores se pagan caro, y cuando no se asumen las consecuencias, el dolor de las víctimas se multiplica”, concluyó la madre, apelando al sentido de justicia y solidaridad de toda la sociedad.
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