Ciudad del Vaticano. El papa León XIV afirmó que el uso «de la inteligencia artificial en medicina puede y debe ser una gran ayuda para mejorar la asistencia clínica, pero nunca podrá ocupar el lugar del médico» y «un gesto de cercanía o una palabra de consuelo».
Así lo indicó al recibir este miércoles en el Vaticano a la Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe (CONFEMEL), «un organismo que representa a más de dos millones de médicos que trabajan para hacer llegar una asistencia sanitaria de calidad a todos los rincones de sus países».
«El diálogo, la comunicación y el contacto físico siempre han de estar presentes en la relación terapéutica, más allá de los instrumentos y herramientas que se utilicen para tratar las enfermedades», agregó el papa estadounidense y también peruano.
Y recordó que «son muchas las figuras de médicos que han sabido dedicar sus vidas al bien de sus pacientes» y entre ellos destacó al venezolano José Gregorio Hernández, que será canonizado el 19 de octubre, y que es un buen ejemplo para ustedes, pues supo compaginar su alta competencia médica con su dedicación a los más necesitados, lo que le valió el título de ‘médico de los pobres’».
Ante ello, instó a los médicos «a seguir profundizando en la importancia de la relación médico-paciente. Una relación entre dos personas, con sus cuerpos y su interioridad, con su historia».
«(La inteligencia artificial en medicina) puede y debe ser una gran ayuda para mejorar la asistencia clínica, pero nunca podrá ocupar el lugar del médico, porque ustedes son reservas de amor, que llevan serenidad y esperanza a los que sufren», agregó.
«El algoritmo nunca podrá sustituir un gesto de cercanía o una palabra de consuelo», concluyó.
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