Santo Domingo. Falleció este martes la madre-abuela del periodista Ling Almánzar, dejando entre sus familiares y allegados un legado de amor, ternura y fortaleza.
Almánzar la describió como “una mocana con sabor a Cibao y cafecito caliente”, de carácter firme y voluntad de acero, que dedicó su vida a cuidar y apoyar a su familia. Por más de dos décadas residió en una vivienda que, según su nieto, “el cielo le regaló”, donde compartió con hijos y nietos, acompañándolos en la salud, la enfermedad y los desafíos diarios.
De profunda fe cristiana, oraba sin cesar, trabajaba incansablemente y educó a su familia con pasión y carácter, lo que la hizo, en palabras de Almánzar, “parecida a una santa”.
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