José Portela llama a los comunicadores latinos a no dejar de formarse

 

Nueva York: Para muchos, emigrar significa alcanzar la meta, el sueño cumplido de “progresar”. Para el comunicador dominicano José Portela, radicado en esta ciudad, representa más bien el inicio de una nueva etapa: crecer, actualizarse constantemente y convertirse en una voz de aliento para otros jóvenes latinos, en especial dominicanos, que buscan abrirse paso lejos de casa.

Con una trayectoria consolidada en medios dentro y fuera de República Dominicana, Portela no se conforma. Recientemente participó en un taller especializado en la reconocida Academia de Comunicación Global, Inc., ubicada en el Bronx, y que presidente el empresario de la comunicación Erick Gutiérrez, dice está convencido de que la formación continua es indispensable para mantenerse vigente en una industria tan competitiva como la comunicación.

“Estar fuera del país no puede ser excusa para dejar de aprender. Al contrario, me impulsa más. No quiero ser solo alguien que emigró y trabaja. Quiero ser una referencia, un motor para los que vienen detrás de mí”, afirmó con convicción.

Más allá del éxito personal: un propósito colectivo
Actualmente, José forma parte del equipo de producción y contenido del reconocido comunicador Frederick Martínez “El Pachá”, participando activamente en programas televisivos donde ha entrevistado a destacadas figuras del cine, la política, la música y el modelaje de Estados Unidos y América Latina.

Sin embargo, más allá del brillo de las cámaras, su enfoque sigue siendo el mismo: inspirar a través del ejemplo. Su mensaje a la diáspora dominicana es claro y directo: “Emigrar no es el final de un sueño, es el inicio de una nueva responsabilidad. Muchos creen que si ya tienes un trabajo en otro país, no necesitas más. Pero yo pienso diferente: hay que seguir formándose, seguir representando con orgullo lo que somos”.

Una historia de constancia y transformación

Nacido y criado en el sector Simón Bolívar, en Santo Domingo, Portela descubrió su vocación desde niño, participando en programas infantiles como Topi Topi, El Show de Pinky y El Club de Isha, donde comenzó a desarrollar su amor por las cámaras a través de coreografías, comerciales y otras intervenciones.

Años más tarde su carrera lo llevó por Europa, y luego al mundo del modelaje y la publicidad en República Dominicana. En 2015 emigró a Estados Unidos cargado de sueños, pero también con los pies en la tierra.

Aunque al principio se alejó de los medios para insertarse laboralmente, la pandemia de 2020 marcó un punto de inflexión. Entonces decidió retomar su pasión y lanzó La Versión Americana, un canal digital donde entrevistó a artistas urbanos, editó sus propios contenidos y gestionó todo el proyecto con determinación y sin más respaldo que sus ganas de superarse.

“El camino afuera no es fácil. Aquí nadie te regala nada. Pero decidí no quedarme solo con trabajar. Quise volver a lo que amo y hacerlo cada vez mejor”, reflexiona.

Hoy, José Portela sigue demostrando que la emigración no es una meta final, sino un escenario más amplio donde la preparación, la resiliencia y el deseo de inspirar a otros marcan la verdadera diferencia.

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