Washington. En una medida que refuerza la libertad religiosa en espacios públicos, la administración del presidente Donald J. Trump ha establecido nuevas directrices que permiten la presencia visible de símbolos religiosos, como Biblias y cruces, en los lugares de trabajo federales.
Según lo anunciado por funcionarios del gobierno, esta decisión forma parte de una política más amplia orientada a garantizar que los empleados federales no sean discriminados por sus creencias religiosas y puedan expresar su fe de manera respetuosa y visible dentro del entorno laboral.
«Dios pertenece a todos los lugares, incluso en el trabajo», señaló un portavoz de la administración. “La fe no debe ser confinada ni excluida de los espacios donde millones de estadounidenses dedican su tiempo y esfuerzo”.
Estas nuevas directrices fueron emitidas por la Oficina de Administración de Personal (OPM, por sus siglas en inglés), e incluyen recomendaciones sobre cómo acomodar expresiones de fe dentro del respeto a la diversidad y a la neutralidad del Estado.
Diversos sectores religiosos y defensores de la libertad de conciencia han saludado la medida como un paso importante hacia una mayor inclusión de la dimensión espiritual en la vida pública. No obstante, también ha generado debates en torno al equilibrio entre libertad religiosa y separación Iglesia-Estado.
La administración Trump reafirma así su compromiso con la defensa del derecho de todos los ciudadanos a practicar y expresar su fe, incluso dentro del ámbito laboral gubernamental.
Deja una respuesta