Santo Domingo. La República Dominicana sufrió un apagón general que dejó a millones de personas sin electricidad la tarde del martes, afectando hogares, industrias, comercios y el sistema de transporte de la capital. Hasta el momento, las causas precisas del evento se desconocen, y el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) dará a conocer hoy los avances de las investigaciones iniciadas para esclarecer el incidente.
El blackout se originó por una falla en la subestación de San Pedro de Macorís, lo que provocó un efecto en cadena sobre las principales plantas generadoras del país y un colapso momentáneo del sistema eléctrico nacional. El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, informó que desde las 2:20 de la madrugada de este miércoles todas las plantas generadoras estaban nuevamente en línea y el sistema de transmisión funcionaba al 100 %, abasteciendo el 96 % de la demanda registrada a esa hora.
Desde el momento en que se produjo la eventualidad, todo el personal del sistema eléctrico se mantuvo en sesión permanente en el Centro de Operaciones de la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED). Entre los presentes estaban el ministro Santos; Martín Robles, administrador de ETED; Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED) y administrador general de Punta Catalina; Edward Veras, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE); Andrés Astacio, superintendente de Electricidad; Alfonso Rodríguez, viceministro de Energía, así como todo el equipo técnico responsable de la coordinación y monitoreo del sistema.
Santos destacó que el presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña estuvieron en comunicación constante con el centro de control y el Gabinete Eléctrico, supervisando la recuperación del servicio. Además, reiteró el compromiso del Gobierno y del sector eléctrico con la seguridad energética y la confianza ciudadana, resaltando el esfuerzo conjunto de todas las instituciones que integran el Gabinete Eléctrico.
El apagón comenzó a la 1:23 de la tarde del martes y tuvo un impacto significativo en la vida cotidiana. El Metro y el Teleférico de Santo Domingo quedaron temporalmente fuera de servicio, afectando a miles de usuarios y provocando congestión en las principales avenidas de la capital. Solo el Metro moviliza aproximadamente 17,000 personas por hora, por lo que la suspensión del servicio generó retrasos masivos y complicaciones para quienes se dirigían a sus hogares o al trabajo. Además, hospitales, clínicas y comercios se vieron obligados a operar con generadores o a reducir sus operaciones, afectando servicios de emergencia y la actividad económica.
El ministro Santos informó que, a las 8:30 de la noche del martes, se habían integrado 1,442 megavatios de generación, equivalentes a cerca del 42,5 % de la demanda del SENI, como parte del proceso de recuperación progresiva. También detalló que el servicio eléctrico ya se estaba ofreciendo a los usuarios a través de las principales rutas del sistema de transporte eléctrico: la Línea 1, desde Mamá Tingó hasta la estación Centro de los Héroes, operaba en su totalidad, mientras que la Línea 2, desde María Montés hasta la conexión con el Teleférico, también había sido restablecida parcialmente.
En cuanto a las investigaciones, Santos afirmó que se coordinará con los organismos competentes para determinar las causas exactas del apagón y evitar que se repitan eventos similares. En este sentido, el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) ya inició los procesos de indagación pertinentes, garantizando transparencia y responsabilidad en el manejo del sistema eléctrico nacional.
Aunque en algunos sectores la interrupción duró solo unas pocas horas, en otros los usuarios permanecieron sin energía desde la tarde del martes hasta la madrugada del miércoles, lo que evidencia la magnitud del evento y la necesidad de reforzar los mecanismos de seguridad y monitoreo del sistema eléctrico. La pronta recuperación del servicio refleja, según el ministro, la coordinación efectiva entre las distintas instituciones del sector y el seguimiento permanente del Gobierno para garantizar la estabilidad energética y minimizar el impacto en la población y la economía del país.












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