Monseñor Manuel Ruiz preside solemne celebración de la Virgen de las Mercedes, Patrona del pueblo dominicano

 

Santo Domingo Este . – La Solemnidad de la Virgen de las Mercedes, Patrona de la República Dominicana, fue celebrada con fervor y devoción por cientos de fieles en una Celebración Eucarística presidida por Mons. Manuel Antonio Ruiz de la Rosa, primer Obispo electo para la creada Diócesis Stella Maris, quién dirigió una homilía cargada de reflexión, enseñanza y defensa del amor a María.

La celebración contó con la concelebración de los sacerdotes P. Alejandro Valera, P. Jorge Nelson Mariñez, P. Cesáreo Núñez, P. Antonio Méndez (Arcipreste Oriental Sur), P. Ronny Algarín (desde Puerto Rico) y el arcipreste de la zona Los Mina, P. Ricardo de la Rosa, acompañados de diáconos y ministros.

Durante su mensaje, Mons. Ruiz de la Rosa exhortó a los presentes a no avergonzarse nunca de hablar de la Virgen María, “esa jovencita santísima elegida por el Padre Eterno para ser Madre del Salvador del mundo”.

“Algunos católicos sienten vergüenza de hablar de la Virgen» —advirtió el obispo—, pero yo les digo que no hay razón para callar. Si alguien dice que María tuvo más hijos, respondan que sí, que los tiene: ¡a todos nosotros! Porque Jesús mismo nos la entregó como Madre. En un discurso cercano, claro y lleno de comparaciones cotidianas, el prelado recordó que la Virgen de las Mercedes es símbolo de liberación y que su especialidad es romper las cadenas del pecado que atan al ser humano. “Así como los bomberos rompen lo que sea necesario para salvar vidas, así también la Virgen libera a sus hijos de todo lo que los esclaviza”, enfatizó.

El Obispo electo, también invitó a los fieles a poner “fecha de vencimiento” a los pecados y vicios, entregándolos en las manos de la Madre. “Hoy, 24 de septiembre, es el día para liberarse: del rencor, de las ataduras, de las tentaciones, de todo lo que nos aparta de Dios”, proclamó.

La celebración concluyó con un llamado a tener hacia la Virgen el mismo cariño que Jesús tuvo por ella, recordando que María acompaña, intercede y sostiene al pueblo dominicano en medio de sus luchas y esperanzas.

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