Santo Domingo. La Arquidiócesis de Santo Domingo cerró este domingo “el Año Jubilar Peregrino de la Esperanza” en la Catedral Primada de América. Durante la Eucaristía, el arzobispo coadjutor, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, hizo un llamado a los funcionarios a respetar y proteger los bienes públicos.
El prelado lamentó que algunos servidores públicos se hayan beneficiado económicamente del Seguro Nacional de Salud (Senasa), poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos.
Morel Diplán destacó que usar hospitales y recursos de salud con fines lucrativos constituye una traición al deber de quienes tienen la responsabilidad de preservar la vida, e insistió en la necesidad de cuidar los bienes públicos.
«Que los hospitales, los enfermos, la salud sean usados solo para beneficio personal es devastador. Es desalentador que quienes tienen la gran oportunidad de ayudar a otros, en lugar de brindarles vida y salud, se las nieguen y arrebaten», expresó el religioso con firmeza.
Asimismo, el arzobispo describió el hacinamiento en las cárceles como una experiencia dolorosa y desoladora: «uno sale con el alma rota».
Manifestó su anhelo de que desaparezcan la «magia» y la superstición que impiden tratar a las personas con dignidad, y confió en que 2026 traiga cambios positivos.
Sobre el año que concluye, afirmó que 2025 estuvo marcado por la corrupción y expresó su esperanza de que el próximo año sea “mucho más alentador”, con mayor confianza y respeto hacia los bienes de la comunidad.
Decenas de sacerdotes y cientos de feligreses asistieron a la clausura del Año Jubilar, agradeciendo un período de reflexión y gracia. La ceremonia reforzó la esperanza en Cristo e hizo un llamado a funcionarios, tanto públicos como privados, a respetar y proteger los bienes colectivos.













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