SANTO DOMINGO. — La violencia irracional volvió a cobrarse una víctima inocente. Una niña de nueve años resultó gravemente herida de bala este miércoles en el sector Capotillo, durante un pleito entre vecinos que comenzó por una discusión de mil pesos y una pelea de peces bettas.
La menor, que se dirigía a su clase de “baton ballet”, fue alcanzada por uno de los disparos justo frente a su vivienda. La bala le perforó un pulmón y, según los médicos, podría haber afectado su columna vertebral, dejando comprometida su capacidad para caminar.
“Gracias a Dios está fuera de peligro, pero no siente sus piernitas… los doctores dicen que quizá no vuelva a caminar”, relató entre lágrimas su padre, Juan Carlos Tejeda Martínez.
El hecho ocurrió cerca de las seis de la tarde. Testigos señalan que la riña inició entre dos hombres, identificados como Juan Pablo y Enyel, por una apuesta de mil pesos. Al calor de la discusión, Juan Pablo sacó un machete, mientras su hijo, John Lariel Báez Álvarez, tomó una pistola y abrió fuego. Una de las balas impactó a la niña, que corría despavorida tratando de escapar del tiroteo.
“El video muestra claramente cuando él dispara. No fue una bala perdida, y si lo fuera, ¿por qué huyó?”, cuestionó el padre de la menor, quien rechazó ofertas económicas de los familiares del agresor. “No hay dinero que le devuelva las piernas a mi niña. Lo único que quiero es justicia”, insistió.
La niña, estudiante de cuarto grado y soñadora empedernida, alternaba sus clases de ballet con el voleibol. Su ilusión era convertirse algún día en una Reina del Caribe, como su ídolo Brenda Castillo.
“Es una niña aplicada, alegre, de la escuela a la cancha. Duele demasiado ver su sueño truncado por una bala que no era para ella”, expresó su prima.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, informó que el tirador, John Lariel, está siendo activamente buscado y exhortó a que se entregue. “La pistola fue entregada por su padre, pero él debe responder por lo que hizo”, afirmó.
Mientras tanto, la pequeña permanece estable en el hospital Marcelino Vélez, rodeada del amor y las lágrimas de su familia, que clama justicia y pide a Dios un milagro para que pueda volver a ponerse de pie.












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