Por Ariel Cabral.
Santo Domingo. La discusión sobre si los católicos son o no cristianos vuelve a ocupar espacios de conversación en redes, foros comunitarios y hasta en programas de opinión. Sin embargo, para teólogos, historiadores y líderes religiosos consultados, la respuesta es categórica: la Iglesia católica es cristiana desde el nacimiento mismo de la fe en Jesucristo, y su trayectoria histórica lo confirma con claridad.
Diversos especialistas recuerdan que el término cristiano surgió en la ciudad de Antioquía alrededor del año 40 d.C., cuando las primeras comunidades que seguían las enseñanzas de Jesús comenzaron a ser identificadas con ese nombre. Para el teólogo dominicano Elías Arias, esta referencia no solo es un dato histórico, sino una señal de continuidad: “La Iglesia católica es la comunidad cristiana más antigua, la única que ha conservado de manera ininterrumpida la tradición apostólica recibida directamente de los apóstoles”, afirma.
Pese a esa evidencia histórica, el debate ha persistido en ciertos sectores, sobre todo en ambientes donde han florecido múltiples denominaciones protestantes y grupos religiosos independientes. Analistas consideran que esta confusión responde a factores socioculturales, a la falta de formación doctrinal y al surgimiento acelerado de nuevos movimientos en distintos países de América Latina, donde la pluralidad religiosa ha crecido de forma exponencial.
Desde la doctrina católica se subraya que su identidad cristiana se sostiene en tres fundamentos esenciales: la confesión de Jesucristo como Señor y Salvador, la adhesión a las Sagradas Escrituras y la continuidad apostólica, elemento que la vincula directamente con las primeras comunidades del siglo I. La celebración sacramental, la liturgia y la profesión del credo niceno-constantinopolitano, compartido también por otras tradiciones cristianas históricas, refuerzan esta raíz común.
El sacerdote y académico de historia eclesiástica, padre Carlos Vega, insiste en que el análisis histórico es decisivo para comprender esta verdad: “Quien revisa con seriedad el desarrollo del cristianismo reconoce que la Iglesia católica no solo forma parte del cristianismo: es su tronco originario, del cual, con el paso de los siglos, surgieron diversas denominaciones a partir del siglo XVI, que hoy conforman el mapa religioso contemporáneo”, sostiene.
En plataformas digitales, la frase “¡Sí, lo somos!” se ha convertido en una especie de proclama identitaria entre jóvenes católicos. La utilizan para reafirmar su pertenencia al cristianismo y para desmontar, con un lenguaje sencillo, ideas equivocadas que circulan en conversaciones cotidianas o en publicaciones virales.
Mientras continúan los esfuerzos por promover espacios de diálogo y acercamiento entre tradiciones cristianas, expertos subrayan que la educación religiosa, el respeto mutuo y una comprensión más rigurosa de la historia resultan claves para avanzar hacia una convivencia más madura y menos polarizada en República Dominicana y en toda la región.















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