Por Ariel Cabral.
Samaná. Un domingo de diversión se transformó en una escena de tensión y angustia cuando un catamarán abarrotado de turistas comenzó a hundirse en medio de la bahía de Samaná, obligando a un operativo de rescate de emergencia que, de no ejecutarse con rapidez y coordinación, pudo haber terminado en una tragedia masiva.
La embarcación, identificada como “Boca de Yuma”, de 40 pies de eslora y dedicada a excursiones turísticas en la zona, presentó una avería súbita en el casco. Según la Armada Dominicana, esa falla interna provocó que la nave empezara a hacer agua en cuestión de minutos, lo que llevó a la tripulación a pedir auxilio desesperadamente.
Entre las 3:00 y 3:30 de la tarde, la situación ya era crítica. Ramón Liriano, director provincial de la Defensa Civil en Samaná, explicó que el llamado de emergencia fue atendido de inmediato, y que aunque las causas reales del incidente aún deben ser determinadas por peritos, la prioridad en ese momento era salvar vidas. “Todos tenían chalecos salvavidas y recibieron asistencia oportuna”, afirmó.
La escena en el agua fue impactante: una fotografía que circula en redes sociales muestra a decenas de personas flotando, aferradas a sus chalecos, mientras una embarcación de la Armada se acerca rápidamente para iniciar el rescate. Pese al desorden, el miedo y la tensión, los turistas se mantuvieron a flote y a salvo gracias a las medidas de seguridad implementadas.
El operativo de rescate involucró a personal de la Armada Dominicana, la Defensa Civil y la propia compañía dueña del catamarán. La Armada detalló en un comunicado que procedió a brindar soporte de comunicación, apoyo logístico y asistencia operacional para permitir que otras embarcaciones de la empresa realizaran el transbordo de los pasajeros.
Una vez fuera del agua, los turistas fueron trasladados a distintos centros de salud para evaluaciones médicas. Aunque ninguno presentó lesiones graves, muchos mostraban signos de shock por el abrupto final de lo que prometía ser un día de recreación en las aguas cristalinas de Samaná.
Las autoridades destacan que el uso adecuado de los chalecos salvavidas fue determinante para evitar una tragedia y recalcan la importancia de mantener los estándares de seguridad en las excursiones marítimas. Entretanto, los peritos determinarán en los próximos días qué originó la avería que puso en riesgo la vida de decenas de personas.












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