Por Porfirio J. Santos. –
Recientemente salió a luz pública un video publicado por el grupo terrorista Hamás, donde se ve a un joven Israelí, en un estado físico deplorable cavando su propia tumba.
El hecho ha conmocionado a todo ser humano que valora la vida, menos a los desgraciados, engendros del demonio, Hamás y los que los apoyan.
Desde hace casi setecientos (700) días, un grupo de jóvenes, hembras y varones, qué fueron secuestrados mientras compartían en festival de música, en la tierra de Israel, están viviendo la antesala del infierno sometidos a todo tipo de torturas y vejamenes, por los miembros del grupo terrorista Hamás. Pero eso no le importa a las grandes y poderosas naciones. No les importa ver a un joven cadavelico hablando de su calvario y narrando que no le dan alimentos y que cuando los hijos del infierno de Hamás, le dan algo para comer, es solo tres granos de garbanzos, un poco de arroz, y un litro de agua para todo un día sofocante dentro de un túnel sin ventilación «el video está en las redes, pueden buscarlo y verlo».
Los principales líderes mundiales llamados a pedir el cese del secuestro de los Israelíes cautivos por Hamás, en lugar de hacer algo para que esos seres humanos cautivos salgan del infierno en que viven, lo único que hacen, es cuestionar a Israel, quien lucha en legítima defensa por su sobrevivencia en un territorio hostil donde todos quieren ver a los Israelistas desaparecer.
Naciones de primer orden como Rusia, China, Italia, Francia, España, Turquía, Irán, Egipto, y, un largo etcétera, se quedan con los brazos cruzados avivando el fuego contra el pueblo de Israel, para que estos sean exterminados.
Lo más reciente visto y oido es que, cual aves de rapiña en busca de su presa, más de veinte naciones entre las que están las antes mencionadas, se han reunidos para apoyar la creación de un Estado Palestino el cual le entregarán al grupo Hamás para que lo dirija. Eso significa que todos, a una solo voz, unen sus fuerzas para hacer desaparecer a Israel del mapa. Sus decisiones, es la de premiar a un grupo terrorista que secuestra seres humanos y los aniquila con hambre y sed, dentro de tuneles.
Premiar a Hamás entregándole el reconocimiento de un Estado sustentado por los gobernantes trogodictas del mundo, es un hecho que todo ser humano decente y con un alma interna debe rechazar.
Los ciudadanos del mundo debemos levantar un movimiento mundial en contra de la posición de los que quieren crear un Estado Palestino para entregárselo a Hamás, y decirle ¡no! Al terrorismo.
¡No al secuestro!
¡Libertad para los cautivos en los túneles! Y Cárcel para los asesinos de Hamás, Hezbollah, ISI, Yihad Islámica, y todos esos grupos creados por Irán y sus prosis, con el propósito de aniquilar a un pueblo que lo único que quiere es vivir en paz en la tierra que Dios, el creador del Universo les dio por heredad.
¡Esta bueno ya de seguir callados y cual individuos desalmados seguiendoles los pasos a aquellos creadores de maldad!
¡Esta bueno de seguir callados, mientras una nación como Israel es asediada por doquier por ejendros satánicos que solo velan por su bienestar y la grosura de sus fortunas!
¡Qué se levante fuerte la voz en todo el mundo en reclamo de la liberación inmediata de los rehenes en Gaza!
¿Donde esta la ONU?
¿Donde está la OEA?
¿Donde está la Cruz Roja?
¿Donde esta el Papá y su iglesia Católica?
¿Donde están los líderes de las iglesias evangélicas protestantes?
¿Por qué Carajo no se escuchan sus voces reclamandole a Hamás la liberación de los rehenes retenidos en los túneles?
¿Por qué no se escuchan voces pidiendo el cese de la guerra en Ucrania?
¿Por qué no se levantan voces contra los asesinatos de la dictadura de Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, en Nicaragua?
El mundo que conocemos es de todos y no de un grupito. Los asesinos y torturadores de humanos nunca deben ser apoyados por otros humanos, si, humanos. Porque los que apoyan lo que hace Hamás, tienen cualquier otra condición menos la humana.
Ahí les dejo con el fotogramas de Evyatar David, antes y después de estar en un tenelo de Gaza, secuestrado por Hamás.
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