SANTO DOMINGO.– Cada año, el primer jueves de noviembre, el mundo se une en una sola voz para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso, una jornada proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con el fin de visibilizar una problemática que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el planeta.
Este día internacional, establecido desde 2019, busca sensibilizar a las comunidades educativas sobre las graves consecuencias que tiene el acoso en la salud mental, emocional y física de los estudiantes, así como promover políticas y prácticas que garanticen espacios escolares seguros, respetuosos e inclusivos.
Las cifras son alarmantes. De acuerdo con los informes de la UNESCO, más del 30 % de los estudiantes a nivel mundial han sido víctimas de acoso por parte de sus compañeros al menos una vez en el último mes. A esto se suma el creciente fenómeno del ciberacoso, que se manifiesta a través de las redes sociales, plataformas de mensajería y otros medios digitales. La pandemia de COVID-19, con el auge de la educación virtual, intensificó esta situación, generando nuevos desafíos en la convivencia escolar y en la protección de los menores en entornos digitales.
La violencia y el acoso escolar no solo deterioran el ambiente educativo, sino que afectan el rendimiento académico, la autoestima y el bienestar integral del alumnado. Por ello, la UNESCO insta a todos los actores sociales —estudiantes, docentes, familias, autoridades educativas, comunicadores y empresas tecnológicas— a asumir un compromiso activo en la prevención y erradicación de todas las formas de maltrato, discriminación o intimidación que se produzcan dentro y fuera de las aulas.
En este sentido, el organismo internacional subraya la importancia de fomentar la empatía, el respeto, la inclusión y la solidaridad como pilares fundamentales de la convivencia escolar. También resalta la necesidad de contar con marcos normativos, protocolos de denuncia y programas educativos que fortalezcan la cultura de la paz y el uso responsable de las tecnologías.
Con esta conmemoración, la UNESCO busca movilizar a las sociedades hacia una educación libre de violencia, donde cada estudiante pueda aprender, crecer y desarrollarse en un entorno seguro, acogedor y digno.















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